Hace unos días vi por primera vez Mi pie izquierdo. He pensado mucho en ella y os invito a verla. Pero no la miréis pensando en la pena, en el pobrecito, en la lástima, etc… Sino desde el punto de vista de la superación y el amor, el apoyo incondicional de una madre.
Termine de verla con un sentimiento de esperanza y una sonrisa.
Todo puede pasar. ¡Hay que seguir luchando!